Me ayudó a conseguir la estabilidad que anhelaba


Me ayudó a conseguir la estabilidad que anhelaba



Todo comenzó el día del cumpleaños de mi amiga Am. yo estaba fatal porque estaba enamorada de uno de los chicos de mi grupo y el pasaba bastante de mi, así que para aliviar un poco la ansiedad comencé a beber y claro se me fue la mano con las copas. Ya bastante mareada, me metí sola en el baño, me eché un poco de agua en la nuca pero resbalé y caí y ya no podía levantarme. Entonces mis amigos empezaron a llamarme desde el baño de al lado y yo con un hilito de voz conseguí decir que estaba ahí. Ellos querían sacarme de ahí pero había un problema la puerta solo se podía abrir desde dentro, así que Carl decidió pasar por el hueco de encima del baño, me sacó a que me diera el aire y consiguió que no me desmayara.

Al día siguiente nos fuimos a la playa a hacer una barbacoa y yo estaba realmente apenada por todo lo sucedido el día anterior, pero a la vez sentía algo nuevo por Carl que se paso todo el día hablando conmigo y apoyándome. A partir de entonces nos volvimos inseparables, me ayudo a superar el chasco del chico que me gustaba que, por cierto, era uno de sus mejores amigos y pasó absolutamente todo el verano conmigo.

Nosotros teníamos un plan habitual para cuando no sabíamos que hacer, era irnos a su casa a ver pelis que yo no había visto. Mientras que veíamos las pelis la cosa se iba poniendo cada vez más cariñosa y cada día más y más, hasta que un día de esos estuvimos a punto de besarnos. Los dos nos quedamos parados, sin saber que decir, hasta que él rompió el silencio diciéndome que él me quería y que estaba dispuesto a intentar algo. Yo le dije que también, pero por otro lado necesitaba tiempo para estabilizarme porque acababa de salir de algo muy duro y no quería estropear nada que pudiera surgir con él.

Carl estuvo de acuerdo, me dijo que esperaría aunque él no tenia claro que esperar fuera positivo. A los dos días me llamó destrozado, su abuelo acababa de fallecer y me necesitaba, así que me vestí y fui lo mas deprisa que pude a su casa. En cuanto me abrió la puerta me tiré a abrazarlo desesperada, nos tiramos toda la tarde en el sofá y, claro, en un arrebato lo besé. Se quedó petrificado, le dije que lo sentía, que no volvería a hacerlo hasta que tuviera las cosas claras, pero no tardo en devolverme el beso.

A partir de entonces no podíamos despegarnos, pero yo seguía sin lanzarme porque me daba miedo no tenerlo lo bastante claro, así que así transcurrieron 10 días de besos a escondidas de nuestros amigos y haciendo vida de pareja.
Ya harta de la situación, y aún sin la estabilidad que quería alcanzar, un 17 de septiembre le dije que quería estar con él pasara lo que pasase y que me ayudara a conseguir la estabilidad que tanto anhelaba.

Y así fue, junto a el la conseguí. A día de hoy llevamos tres mesecitos juntos y los que espero que nos queden, ya que es el amor de mi vida.

(Anónimo)