Los poemas del puño y letra del llanero rubiecito dejaron al Monstruo con el corazón colgando en las manos.
El artista con mística y un poco de música se aguachó la antorcha de plata sin sudar mucho la gota obesa como otros artistas.
De todas formas el venezolano tiro sus temones más conocidos por la barra como "Quién te quiere como yo" y "Colgando en tus manos", sonidos que continuaron con el aire romanticón que rodeaba la cuarta noche del Festival.
Fuente: lacuarta.cl
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