Nunca nadie la amará como lo hacía yo.



Nunca nadie la amará como lo hacía yo.


La felicidad:
Hola mi nombre es David y soy de Venezuela. Mi historia es bonita con un final triste. Todo empezó hace tres años, me encontraba en la universidad y no tenia novia para ese entonces. En aquel momento, en el edificio donde yo vivía, veía a una chica muy hermosa bajando por las escaleras. Me quedaba extasiado con su belleza, pero supe que era mucho menor que yo, 6 años de diferencia. Para ese entonces tenia 21 años. Imagínense, la chica era una niña de 16 años pero su apariencia era 20 años. Era increíble su cara, su hermoso cuerpo y era alta. Pero bueno, al saber esto decidí no pensar en ella, porque la gente iba a pensar mal de mí. Pasaron los meses y yo entre a trabajar como estudiante en una empresa. Ahí conocí a mi jefa: una señora agradable y que de paso vivía en el mismo edificio que el mío. ¡Que casualidad! Un día salí tarde y ella me pregunta si sabía matemática de bachillerato porque su nieta necesitaba ayuda y yo decidí que si, que no había ningún problema, pero solo la podía ayudar los fines de semana.

Llego el fin, eran como las 2 de la tarde, tocaron la puerta y era la hermosa niña que yo veía bajando por las escaleras. Me quede plasmado, ella era la nieta de esa señora. En ese momento pensé que era el destino. Le pregunte su nombre: Andreina. Hasta su nombre era de princesa, ¡bobo yo! Bueno, empezamos las clases y nos veíamos todos los fines de semana. Yo esperaba toda la semana para verla a ella. Me gustaba mucho hablamos sobre su vida y sobre la mía. Al pasar el tiempo, ya no aguantaba y tenía que decirle que me gustaba, auque la gente pensara mal de mí.

Un día de la semana ella fue a mi trabajo. Fue bellísima, estaba acompañando a su abuela. Ese mismo día no aguanté y le mandé un mensaje de texto sobre lo mucho que me gustaba, que hoy me esperara en las escaleras para decírselo en persona. Llego la noche, la vi y se lo dije. Ella accedió porque también le gustaba. Pensé que ya lo logre, pero ahora me falta que lo sepa su agüela. Yo soy de esas personas que no me gusta nada a estar escondidas. Pasaron los días y se lo dije, ella no se molesto pero me dijo algo que nunca se me olvido: “David ella es una niña, y a ella le gustaran otros. Tienes que estar preparado”.

Pasaron los meses su familia me aceptaba, empecé a enamorarme de ella y yo creía que ella también de mi. Salíamos y nos veíamos casi todos los días: la ayudaba con su tarea, la apoyaba, quería que saliera adelante. Pero, ojo, somos seres humanos de vez en cuando discutíamos por tonterías que se solucionaban al día siguiente. De verdad la ame me entregue en cuerpo y alma. Pasaron aproximadamente siete meses, ella se mudo con su familia para un sitio más o menos lejano, pero de todas formas la visitaba. Me gustaba compartir con ella. Poco tiempo después ella empezó a cambiar, no mucho, algo mínimo. aun así ella salía y se divertía conmigo.

La decepción:

Suena algo loco, pero tuve un sueño en que ella estaba con otro hombre en una habitación. Parecía tan real, que yo empezaba a creerlo y quería preguntarle también por qué algunas veces ella se distanciaba de mí. Un fin decidimos ir a rumbear, nos fuimos para su casa, estaba sola, no había nadie. Aproveché el momento para hablar acerca de su comportamiento. En algún momento parece que se lo saque y me dijo: cuando salio del liceo se fue a tomar con unos amigos para una casa, jugaron la botellita, se beso con tres de ellos, eso me dolió, pero lo que realmente me destruyo fue cuando me dijo que le hizo sexo oral a uno de ellos, solo simplemente porque le gustaba. Inmediatamente llore. No podía creerlo, con razón sus compañeros me veían tan raro. Todos en el liceo lo sabían menos yo, me sentía triste, impotente, con rabia.

Ese día salí de la casa y al día siguiente me fui para la playa yo solo para sacar todo el llanto y la rabia. Ella ni me llamó. Pasaron los días, y decidí a hablar con ella. Hablamos y ella entro en llanto, que la perdonara, que era una inmadura, que me amaba, que muchas veces estaba a punto de decírmelo pero no lo hizo por cobardía. Bueno, yo la perdone porque realmente la ame y aun todavía la amo. A partir de ese día nunca fue igual.

Meses después ella cambio, me amo mucho más, pero yo entre en lo que cae muchos hombres, en el orgullo, porque cuando uno perdona tiene que hacerlo de corazón, cosa que no hice. Durante un año yo entre en una etapa de desconfianza extrema, muchas veces la humille, dos veces le pegue dos cachetadas. Estoy muy arrepentido por como la hice sufrir, de verdad a una mujer no se le lastima, independientemente de lo que haga. Eso lo entendí tiempo después, al momento no. Ella me amaba en ese entonces, pero se desilusiono de mí.

Ya han pasado dos años, el primero infidelidad, el segundo maltrato. El tercero empezamos a estar bien, gracias a Dios todo empezó a ser como antes, pero ya ella quería vivir conmigo y yo no podía porque era muy difícil vivir con ella económicamente, por eso me decidí que cada uno estuviera con sus padres hasta que yo encontrara un buen trabajo. Creo que eso también la desilusiono. Pasaron algunos meses, ella cumplió 18 años en abril de 2010. Que bien, ya era mayor de edad y de paso estaba por ingresar a la universidad. Yo la apoye muchísimo, de igual manera nunca la deje de ayudar, siempre fui su mejor amigo.

La libertad:

De la noche a la mañana es imposible que los seres humanos cambien de opinión, pero señores así es la vida.

A pesar que la amaba mas que antes e increíblemente por todo lo que pase, yo no pensaba en lo malo, solo en lo bueno y cada día me fui enamorando mas y mas de mi novia. Quería una familia con ella, su error fue perdonado y el amor verdadero viene de un error con un gran perdón. ¡Te amo, Andreina! Días antes de ingresar ella, la encontré muy extraña. Quería hablar conmigo, me dijo que quería terminar conmigo porque iba a entrar en la diversidad y también porque quería vivir otras experiencias. Cuando me dijo eso, inmediatamente pensé lo que me dijo su abuela ya hace tres años. Sus palabras me rompieron el corazón, porque a pesar de todo yo ya había superado el pasado, y me contre amándola otra ves, fue muy duro aceptarlo. Realmente no lo acepté, trate de convencerla, error mío y para el lector que este leyendo esto “nunca convenza a alguien que no lo ama”, porque este o esta le causara mucho dolor, se lo digo por experiencia. La convencí, salimos otra vez y todo empezó a ser una monotonía. Ella se aburría de mi, me terminaba y yo la volvía a convencer y como lo hacia. Bueno, encontré un gran trabajo, empecé a ganar mucho dinero, pero lo gastaba comprándole lo mejor a ella: la invitaba a salir, a comer, ¡ella nunca me valoró! Aun así ella no estaba con nadie, hasta que algún día en la universidad conoció a una persona que se paso a ser su mejor amigo en 2 meses y yo que en 4 años pasé a ser una persona sin valor para ella. Ella tenia fotos de el en el celular que le compre y hasta videos con el porque todo el tiempo se iban juntos después de la universidad. Yo pensé que era un síntoma de celos, por eso lo deje pasar. ¡No lo hagan! Yo estaba muy triste porque ya no me sentía amado por ella, mientras yo realmente la amaba. Un día yo estaba en mi casa y ella se equivoco me mando unos mensajes de textos equivocados diciendo: “Me gusto mucho tu beso pero que por favor la próxima ves no sea en el metro”. Esto me mato, me recordó el pasado, fui al día siguiente súper temprano a su casa, y le pregunte por qué. Ella cambio su cara, me odiaba, nunca sentí eso, me despreció y me dijo que le gustaba el otro. Se dio un beso y ya. Me fui muy triste para mi casa, pasaron los días y decidimos vernos. Volvimos, volví a perdonarla, ya eran 2 infidelidades. Me dijo que solo fue un beso, que lo hizo porque ya no me amaba, solo me quería, y así fue.

31 de diciembre de 2010. Hoy hablo conmigo y termino conmigo definitivamente. Me puse triste pero no llore. Ya estoy cansado porque nada ni nadie vale las lágrimas y el sufrimiento de uno.

Esta historia es para todos los que aman que tienen a alguien a su lado que no siente lo mismo por ustedes. No caigan en el mismo error que yo cometí, ellos nunca nos van a valorar podrán hacer de todo pero nunca lo van a hacer.

“Ella no me valoró. Mientras ella jugaba, yo iba en serio. Mientras ella se divertía, yo me enamoraba. ella creerá que ha ganado cuando en realidad ha perdido porque yo podré amar a otra mucho mas de lo que alguna ves sentí por ella… pero nunca nadie la amara como lo hacia yo…”

(Anonimo)