No sé si arriesgarme o decirle lo que siento

Hola soy Lissie y les quiero contar mi historia, la más intensa que he vivido, la primera vez que he amado como lo amo a él, espero que les guste, dejen comentarios y opiniones.
Todo empezó hace 2 años, o mejor dicho hace 5 que fue cuando lo conocí.

El curso escolar iniciaba, era agosto, iba a iniciar el 2 año de secundaria en una escuela nueva, diferente a mi viejo colegio, mi antigua escuela estaba en el Pedregal, una escuela a la que iban puros hijos de papi y de mami, con un ambiente fresa y frívolo, donde valías por lo que tenías y no por lo que eras. Este colegio era diferente, había gente de todas las clases, de status medio, superior o gente muy sencilla.
Me sentía fuera de lugar, quería mi antiguo colegio, este nuevo no me agradaba, era privado, pero con un ambiente de gobierno al que no estaba acostumbrada. empezaron las clases, las chicas hablaban poniendo una grosería entre cada palabra, me parecieron nacas y sin educación, los chicos se reían de todo como mensos, la mayoría eran unos patanes y no había ni uno solo guapo, ni siquiera pasable. Ese día pasó sin mayor novedad y pasó el tiempo.

Odiaba el nuevo colegio, pero tenía que ir, y lo odiaba más por el hecho de que un chico tonto, que era de todo menos guapo, de clase muy sencilla, se la pasaba molestándome, jalándome el cabello, dándome sapes, insinuando que era fea, burlándose de mi. No lo aguantaba, aunque tampoco lo odiaba, pero para acabarla de amolar era ni más ni menos que el sobrino del padre y tendría que aguantar que me molestara durante todo el año y, peor aún, que las pocas amigas de las que me había hecho insinuaran que le gustaba. Eso no me podía estar pasando a mí, de entre todos tenía que ser al más feo.

3 años después de ese inicio de curso…

Y pasaron 3 años. Después de ese primer año me fui acostumbrando al nuevo colegio. cuando entre a tercero tenía más amigos, ya no me sentía tan fuera de lugar, y lo que es mejor, no volví ni a mirar al chico insoportable pues nos toco en diferentes salones y no compartíamos ni una clase. Cuando entré a prepa ya había desechado la idea de cambiarme de escuela, pues ya quería a mi colegio. Tenía muchas amigas y el chico no estaba en mis clases y por lo demás me valía, hasta el final de aquel curso, cuando todo cambió para mi. Era sábado, tenía ensayo de estudiantina, estaba con unas amigas esperando a que llegara el profesor, cuando él llegó. Ya no era el espantapájaros de secundaria, pero yo no lo noté, saludó con normalidad a mis amigas, yo pensé que ni siquiera me iba a dirigir la palabra, pero…

“Hola” me dijo nervioso mirándome a los ojos.

“Hola” contesté llanamente.

Me miró, meditó algo por una micra de segundo y a continuación se acercó a mí, me plantó un beso en la comisura de la boca y se alejó sin decir nada. El mismo suceso, de la misma forma y el mismo día se dio una semana después. El curso terminó sin novedad y después del verano regresé a la escuela a cursar el segundo año de prepa, pero desde el momento en que me dio ese beso, espontáneo y… dulce lo vi con diferentes ojos. El curso empezó y después de dos años me volvió a tocar con él en el salón. Pero esta vez era diferente, era cautivador, se volvió muy lindo, me daba besos fugaces en la mejilla, me ayudaba sin que yo se lo pidiera, me prestaba cosas cuando se daba cuenta que me hacían falta, sin que yo se lo pidiera, me ayudaba a cargar mi mochila. En fin, con todos estos detallitos y muestras de afecto me empezó a robar el corazón, aunque me hacía tonta interpretándolo todo en un contexto amistoso, a pesar de que una vocecita en mi interior me decía que no era así, porque yo sabía muy bien, que nunca, nunca, lo había visto ser así con ninguna chica, ni con las que habían sido sus novias, pero yo ignoraba esto. Después de un tiempo así me dijo que me amaba y una semana después me pidió que fuera su novia. Me tomó “por sorpresa” e hice algo de lo que estoy muy arrepentida: le dije que no.

Después de esto su actitud cambió radicalmente hacia mí, se volvió un sangrón y era insoportable. no había día que no acabáramos peleados por algo, él decía frente a todo mundo que me había llegado de broma, pero que yo me lo había creído, negaba que hubiera llegado a sentir algo por mi, era horrible. Muchas veces me hacía sentir mal, otras yo lo hacía sentir mal, pero lo más desesperante era que algunas personas decían que me quería y que tenía miedo, mientras que otras decían que me odiaba, que no me quería ver.

Bueno, para no hacer el cuento largo, a principios de mi tercer año de prepa se hizo novio de una chava que me caía mal y yo a ella. su mejor amigo me preguntó que pensaba sobre esto, yo le dije que sólo me importaba su felicidad, como dos semanas después terminaron, pero después me enteré de que le gustaba una chava que iba en mi salón, por boca ni más ni menos, que de mi mejor amiga. Esto a mi me dolió mucho, más cuando los vi besándose.

Después, una amiga de él me dijo, que todo lo que había hecho sólo lo había hecho por darme celos, que quizá si había habido sentimientos involucrados, pero que nunca sentimientos como los que él tenía por mi. Me dijo que era una miedosa, que él lo que necesitaba para atreverse era saber que yo también lo quería. Por último me dijo que no me diera por vencida, que si lo quería luchara.

Hace unas semanas, poco antes de navidad hablamos por Messenger, me dijo que siempre me había amado, que nunca había querido lastimarme y que la noche de la fiesta de nuestra graduación había llorado y tomado tanto (él no toma) por mi. Ahora no sé que hacer, se que lo amo mucho, pero no se si arriesgarme y decirle lo que siento o perderlo, quizá sea tonto, muchos de ustedes dirán que el camino está claro, pero tengo miedo.

¿Ustedes que piensan?

(Anónimo)