Jamás me lo podré sacar del alma



Jamás me lo podré sacar del alma



El 8 de junio hará 4 años que empezó mi historia. Hacia una semana que tenia Internet y no tenia ni idea de como se manejaba el ordenador. Estaba aburrida porque mi niña de 4 años se quedaba dormida muy pronto. Llame a mi hermana para hablar con ella y se puso mi sobrina diciendo que no estaba, le explique lo aburridísima que estaba y me dijo que entrara en un chat llamado Terra. Le hice caso y entre. Las letras corrían muy deprisa y apenas me daba tiempo a leer lo que ponían. De pronto apareció un nick que decía: “¿Alguien normal para hablar tranquilamente?” y ahí entre yo.

Era un chico encantador, entraba desde su trabajo y también era la primera vez que entraba. Tenía novia y eso me daba más seguridad para hablar con él. Yo llevaba un año separada y no me apetecía salir con nadie.

Quedábamos todos los días a las 4 de la tarde para hablar. A las dos semanas me pidió el teléfono para poder escuchar mi voz y, al igual que yo, se fue enamorando de mí.

Al mes de hablar quedamos para conocernos. El es de otra ciudad y vino hasta la mía para pasar dos maravillosas horas. Creo que fue lo peor que hicimos porque ahí comprendimos que era una fuerza enorme la que nos unía, era como si lleváramos toda la vida juntos.

Pasaron los meses y nuestro amor fue creciendo más y más, el único gran problema fue que tenia fecha de boda. La pudo aplazar una vez, pero llevaba toda la vida con su novia y no quería hacerle daño. Jamás nos acostamos juntos, no quería que yo pensara que me estaba utilizando para eso. Me acariciaba la cara, me besaba y me decía el amor tan inmenso que sentía por mi y que ojalá hubiese estado en mi vida mucho antes para poderme hacerme a mi y a mi hija lo feliz que nos merecíamos.

Así estuvimos 7 meses. El 19 de enero del 2007 vino a verme, venia en moto, hacia un frío que pelaba, estaba temblando y me pidió por favor que bajara a tomarnos un cola-cao en alguna cafetería. Bajé corriendo porque no me lo esperaba, vivíamos a 200 Km. de distancia. Lo abrace sorprendida y nos fuimos a la cafetería, mientras nos servían lo que habíamos pedido. me cogió de la mano mirándome a los ojos y me dijo: “Jasmine, quiero que sepas que eres lo mas importante de mi vida, que pase lo que pase nunca pienses que me he reído de ti, siempre vas a estar dentro de mi corazón y que te quiero como a nadie voy a querer en mi vida”. Le conteste que lo mismo pensaba yo de el que era muy importante y que lo amaba con locura. Nos tomamos las bebidas y me dejo en casa. Hizo 200km para decirme lo que sentía, para mirarme a los ojos y para no volverme a ver.

Ese día fue el ultimo día que mire su sonrisa, que toqué su pelo, que vi el brillo de sus ojos y la ultima vez que percibí su aroma. No supe en los dos meses siguientes nada de el y un día apareció en el MSN y solo escribió él: “Hola cielo. No se como decirte esto, pero me he casado y no puedo mas con esta situación”. Parecía que me habían rajado el alma. No podía ver la pantalla con las lagrimas que caían, no atinaba a dar a las teclas, me faltaba el aire, cuando me di cuenta estaba desconectado. Lo ultimo que escribió era, “Tengo que dejarte, no me dejan hablar por aquí, ya te llamo”.

A las siguientes semanas me mando un mensaje para hablar y hablamos. El siempre desde que nos conocimos me mandaba canciones de Cristian Castro y ese día abrí mi correo y vi “Y después de ti…que” con una foto suya.
Yo no podía olvidarlo y el tampoco a mi así que decidimos hacer nuestras vidas y olvidarnos el uno del otro. No lo hemos podido conseguir, el tuvo su hijo que, por cierto, es precioso y le puso “Cristian”, si, como el cantante. De vez en cuando nos mandamos mensajes para ver como vamos, en Navidades, en fechas importantes… El tiene su vida y yo tengo la mía. Estoy al lado de una persona maravillosa llevamos un año y medio juntos, pero a el jamás me lo podré sacar del alma. El día 6 es mi cumpleaños y el día 8 haría 4 años que nos conocimos.

Quiero que sepáis que hoy cuando me desperté tenia un mensaje en mi móvil que decía:

“Esta mañana al despertarme he escuchado una pequeña voz, al principio no sabia de donde venia, pero al poner atención me di cuenta que procedía del corazón y me decía: este domingo es el cumpleaños de alguien que llevo dentro de mi. Así que felicidades Jasmine, un abrazo”.

Quiero decir que seguramente no lo volveré a ver jamás y que me quedare con esa imagen mirándome a los ojos de aquella cafetería, pero lo llevo dentro, muy dentro de mi alma.

(Anónimo)