El profesor suplente



El profesor suplente



Tengo 17 años y así es mi historia.

Todo comenzó a principios de Octubre de este año (2008). La profesora de gimnasia por problemas de salud, decidió tomarse licencia. Entonces consiguieron una suplencia y, en este caso, masculino. Se trataba de el, de Rodrigo. La primer clase que lo tenia no fui por “x” motivo y a la segunda si lo conocí.

Se decía que se trataba de un profesor, lindo de 25 años.bla bla. Comentarios van y vienen siempre. Pero ese día, llegue tarde para mas y fui lo salude (las chicas ya estaban corriendo) y me saludó.

Yo: ¡Hola profe!

Él: Hola, ¿como estas?

Desde que nos conocimos siempre hubo algo.

Bueno. Entonces varias clases lo tuve. Y allí se empezaron a desarrollar los saludos, las miradas, los palos y comentarios. Cada vez me gustaba más ir a gimnasia (a las 8:00 am).y poder verlo.
La mejor noticia de este año fue que Él reemplazaría a mi preceptora Verónica. Pero dejaría de ser mi profesor tras tomar la receptoría del turno mañana más adelante.

Con el como preceptor, se desencadenó un sentimiento aún más fuerte en mi interior. Tanto que no podía disimular lo que me pasaba, entonces lo volcaba en acciones que el me respondía.

Un día, en una hora libre. El nos cuidaba (al curso) y yo aburrida le escribí un papelito y se lo tiré. Me lo contestó y entonces ese fue como nuestra costumbre. Pasaban los días y más confianza se generaba.

Él se acercaba aún más y yo no me corría para atrás. Nuestras cómplices miradas lo decían todo. Nuestras.

Papelito va, papelito viene. Una tarde que el se tenía que ir temprano, me agradeció por haberlo ayudado en una tarea simple y yo le escribí “De nada, siempre va a ser un placer”, entonces respondió “El placer fue haberte conocido”. Dios. Se me cayó el mundo a los pies.

Al día siguiente, en una muestra anual de la escuela. Llegué y a penas lo vi lo saludé y me dijo: “Te extrañe”, yo le respondí que también, pero no podía creer lo que me había dicho. Ese día fueron muchos palazos, muchas miradas y no me desprendí mas de 10 minutos de el. No podía.

La semana entrante (luego de haber pasado un fin de semana pensando horas en el), más precisamente el Lunes, fui con poco animo al colegio. Tenía miles de quilombos en la cabeza y explote (aparte había tomado alcohol que llevamos siempre en un termo con las chicas y me había agarrado un “pedito”), rompí en llanto y largue todo lo que hasta ese entonces “escondía” a mis amigas.

El se sintió culpable de alguna manera. Y me llamo. Hablamos y se me declaro.

Ese mismo día me mando un mensaje de texto (yo le había guardado mi numero un día en su celular) y desde ese entonces la cosa se puso más pesada.

Nos declaramos nuestros sentimientos. Y comenzamos a chatear por msn. Todo pasó en una semana. Muchas cosas nos dijimos. Me dijo que tenía ganas de estar conmigo y yo le dije que yo con el, tal así que un viernes yo salí con amigas y el paso a buscarme en un auto por ahí y fuimos a su casa. Si si si digan que fue muy de pronto pero sucedió así y no me arrepiento. Todo esto es muy resumido, pero hay muchas cosas que me salteé. Si señores, hicimos el amor y fue hermoso. Al principio no sabía por qué mierda estaba en su casa, en su cama, con el, pero después supe que fue por algo.de lo que no me voy a olvidar.

Y bueno. Desde ese entonces. Nos mandamos mensajes todo el tiempo, nos extrañamos y queremos volver a vernos fuera del contexto escolar, ese que tanto nos inhibe los sentimientos. El me es “fiel” allí dentro y yo también.

Las miradas continúan y los papelitos y mensajes y chateadas también.

Por ahora queremos pasarla bien, y el futuro tiene las respuestas en sus manos de qué será de nosotros.

Gracias, espero que les haya sido entretenido, lo que sigue se los contaré más adelante.

(Anónimo)