Amor de infancia
Bueno esto empezó un día inesperado... Claramente no era más que un niño de tan sólo 7 años, era el año del 2003, un año donde empezaría una linda historia.
Soy un adolescente de 14 años, que vivió algo muy bonito. Todo empezó cuando mi tía que en esa época tenía 19 años, tenía un novio, Manuel, mi tía se la pasaba
siempre con él, hasta que un día me dijo si es que quería acompañarla a la casa de Manuel. Yo no sabía que éste tenía una hermana de 9 años, cuando llegó a su casa,
digo, dónde está el nintendo (yo sabía que este tenía un nintendo 64) entonces aquí, la conozco. Veo que una niña se asoma por la puerta, y me agarra de la mano y me lleva hacia el nintendo, estábamos jugando sentados en una cama mientras ella se me acercaba, yo la miraba preguntándome ¿por qué lo hacía?
Bueno pasaron los meses
y Camila (la niña de 9 años) fue a mi casa estaba muy feliz de verla. Empezábamos a jugar, yo iba más seguido a su casa, ella me dijo si quería ser su novio (con la inocencia de niños yo dije que sí).
Entonces estábamos muy juntos, y disfrutando hasta que mi tía terminó con su hermano, éste sería el último día que la vería. Mi casa tenía 3 pisos, y justo ese día iba a pasar un eclipse lunar, subimos sólo ella y yo al 3er piso, y la ventana estaba justo apuntando hacía el eclipse, fue un momento muy lindo, mientras ella me abrazaba, le di un beso, mi primer beso.
Luego de eso fuimos a jugar con un amigo, mi amigo le dijo que cuánto tiempo de novio seguiríamos, ella contestándole le dice: él y yo, ya terminamos, y quedé pasmado, estaba sorprendido y herido. Luego de un momento muy romántico, me sentí mal y la empecé a tratar mal, tanto que ella se puso a llorar. Luego ella, estaba buscando a su mamá para irse, mientras sus lágrimas caían, me di cuanta que le hacía mucho mal y la abracé, y le susurré "lo siento te amo mucho". Luego de esto no nos vimos al rededor de 7 años, cuando tenía que ir a Peñaflor (Chile), a tribunales para salir para Venezuela, cuando veo que alguien se subía al mismo bus en el que yo iba, quedé impresionado, era ella. Luego de 7 años ella ni si quiera se dio cuenta, luego de eso mi corazón latió fuertemente; sin darse cuenta yo estaba sentado al lado de ella, y hasta el día de hoy la amo(con la misma dulzura de niños).
(Yhorlen Velásquez)